Category: Vivir la fe


¿Qué opina el cura de Becerril de todo el jaleo que se ha formado a raíz de su nombramiento como párroco de Carrión?

Creo que las iniciativas populares e institucionales surgidas los últimos días en Becerril (recogida de firmas, cartas, plenos, etc…) son muestras de cariño que personalmente me impresionan y sobrecogen. Para cualquier párroco es muy gratificante experimentar el cariño de sus feligreses, y por eso las agradezco de todo corazón.

En todo esto existe también el riesgo de dejarnos llevar por los sentimientos. A veces la opinión pública canoniza a los sacerdotes en vida, y otras veces los hunde sin piedad. Tanto una postura como otra son equivocadas porque no son fieles a la realidad. En mi caso, estoy convencido de que no he hecho nada de extraordinario en Becerril, nada que se salga del trabajo y de las responsabilidades de cualquier sacerdote en un pueblo pequeño: cuidado de las celebraciones litúrgicas, especialmente de las homilías, atención a las cofradías, visitas a enfermos, catequesis de niños y jóvenes, reuniones con padres, cuidado del patrimonio, trato con todos los vecinos independientemente de sus creencias, ideología o prácticas religiosas… ¿Qué hay de extraordinario en todo esto?

A finales de junio don Esteban Escudero me citó en el obispado para pedirme que me hiciese cargo de la parroquia de Carrión de los Condes y otros 10 pequeños pueblos más. En un diálogo sincero y abierto con él, expuse una serie de razones y argumentos, incluidos los posibles inconvenientes. Sin embargo, la última palabra en cuanto a los nombramientos no la tiene nunca un sacerdote, sino el obispo, a quien el día de nuestra ordenación prometimos respeto y obediencia. Yo tengo presente la situación y las necesidades de Becerril, mientras que el señor obispo y sus asesores tienen una panorámica general de las necesidades de toda la diócesis y de los recursos humanos con los que se cuenta. Por eso estoy convencido de que cuando se toma la decisión de trasladar a un sacerdote, no se hace por capricho, favoritismo o ganas de fastidiar, sino buscando el mayor bien de todos. Por eso no es justo pintar al Obispado o al obispo como unos señores feudales, alejados de la realidad y sin sentimientos, porque sencillamente no es así. Lo que sucede es que la realidad suele ser más compleja que las caricaturas que hacemos de ella y no siempre se pueden conocer todos los elementos en juego o comprender todas las decisiones que se toman en las decenas que traslados que tienen lugar cada año en una diócesis.

Humanamente la noticia, como es obvio, me produce tristeza: la separación, el cambio, las despedidas, la pereza de hacer una nueva mudanza, de hacerse con las riendas de una nueva parroquia, de conocer nueva gente… Bien sabe Dios lo contento que me encuentro entre vosotros y que no se me pasó por la cabeza solicitar un traslado. Pero por encima de las propias apetencias, gustos o sentimientos están las opciones que un día se tomaron ante Dios y que hay que renovar a cada paso si queremos ser fieles a ellas. Si un día hace ocho años prometí estar disponible para Dios y al servicio de las necesidades de la Iglesia, es en momentos como este cuando se concretan estas grandes palabras e ideales. Con la misma disponibilidad e ilusión que llegué hace un año a Becerril,cuando el señor obispo me nombró, intentaré comenzar mi tarea en Carrión. Os pido que recéis para que sea así.

La actitud cristiana para vivir estos acontecimientos inesperados no es la rabia o la protesta, sino la acogida con espíritu de fe y esperanza. Eso no quiere decir que no se pueda expresar la propia opinión; existen cauces para ello, y el Consejo de Pastoral de la parroquia ya se ha reunido con el obispo para dialogar con él y hacerle llegar su opinión.  Sin embargo, como creyentes, sabemos que nada sucede al azar y que Dios no nos abandona. Quizá no podemos entender ahora el sentido de este sacrificio que se nos pide al párroco y al pueblo de Becerril, pero somos hombres y mujeres de esperanza, y sabemos que un día lo comprenderemos y que a la larga será para bien. Pidamos a Dios con confianza que mande un buen sacerdote a Becerril, que siga la siembra de los últimos párrocos, que haya una mejor distribución de los sacerdotes, y que suscite nuevas vocaciones entre los niños y jóvenes del pueblo, de modo que en el futuro no haya tanta penuria vocacional.

Es curioso, por otra parte, ver a un pueblo haciendo piña a favor de un cura en estos tiempos en los que se tanto se habla de la irrelevancia social del sacerdote y se intenta, por medio de la ingeniería social, promover un laicismo que borre las raíces religiosas de la sociedad. Que, en acontecimientos como este, demuestran tener una excelente salud.

Queridos amigos y feligreses de Becerril: ningún cura es imprescindible. Todos estamos de paso y trabajamos no para crear seguidores propios, sino discípulos de Jesús. Seguid unidos como estos días, poniendo la fe en Dios, no en los hombres, y prestando al nuevo párroco un recibimiento y una colaboración tan buena como la que me habéis ofrecido a mi. Yo, por mi parte, siempre os llevaré en el corazón y en las oraciones. Gracias a todos.

Julio J. Gómez Otero

Se ha realizado recientemente un estudio bastante particular, dirigido por Ali Ahmed de la Linneus University y Osvaldo Salas, de la universidad de Goteborg, Los dos investigadores han demostrado que las personas tienden a comportarse de una manera mejor  si experimentan o han estado educados en pensamientos e ideas religosas. El tema es, evidentemente, de un interés máximo, porque la cultura laicista busca continuamente el enfrentamiento con la Iglesia católica y vincula la fe religiosa con conductas violentas, intransigentes y totalitarias.

224 estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en Chile, han sido sometidos a una entrevista a través de dos exámenes clásicos para examinar sus niveles de «generosidad» y «egoísmo», mediantes dos pruebas, llamadas «Dictator Game» y «Prisoner’s Dilemma». El primer test mide el grado de altruismo, mientras que el segundo evalúa la capacidad de cooperación. Las personas que habían recibido una educación religiosa tendían a ser más generosos y cooperativos, independientemente del hecho de concebirse como creyentes.

Los investigadores han propuesto dos posibles interpretaciones de los resultados:

  1. Sentir la presencia de Dios estimula a las personas a portarse bien. Si esto es verdad, los no religiosos deben tener algún tipo de instinto sobre la existencia de Dios, debida quizá a su educación y su biología.
  2. Una educación religiosa promueve los comportamientos pro-sociles. Válido y aceptado también para los no creyentes.

El próximo domingo 3 de julio se celebrará en Becerril de Campos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, trasladada desde su día litúrgico original que es el viernes después del 2º domingo después de Pentecostés, hasta el domingo más próximo. Para ello se realizará una procesión por las calles de nuestro pueblo, antes de la misa mayor de 12.30h, que contará con la presencia de un predicador que nos ayudará a profundizar en esta faceta tan hermosa y peculiar de Jesucristo: su corazón, es decir, su amor por nosotros y toda la humanidad.

Esta devoción tiene en Becerril de Campos una cofradía que a lo largo de la última semana ha realizado una novena en su honor, a la que han asistido un gran número de fieles.

Para prepararnos adecuadamente a esta fiesta, os dejo un precioso texto del escritor espiritual contemporáneo Henry Nouwen:

¡Oh, Señor Jesús, haciéndote hombre nos has mostrado el inmenso amor de Aquél que te ha enviado, tu Padre celestial! A través de tu corazón humano vislumbramos tenuemente el amor divino con que somos amados y con el cual Tú nos amas, porque Tú y el Padre sois uno.

¡Es tan difícil para mi creer plenamente en el amor que surge de tu corazón! Soy inseguro y timoradto, estoy indeciso y desalentado. Mientras que de palabra digo que creo plena e incondicionalmente en tu amor, sigo buscando apoyo y afecto, aceptación y elogios entre los demás, esperando de los mortales aquello que sólo Tú me puedes dar. Oigo claramente tu voz: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré, porque soy sencillo y humilde de corazón»; sin embargo, corro en otras direcciones, como si no confiara en ti y, de alguna manera, me sintiera más seguro en compañía de personas que tienen el corazón dividido y, a menudo, muy confuso.

¡Oh, Señor! ¿Por qué deseo recibir halagos y cumplidos de las demás personas con tanta ansia, incluso cuando la experiencia me enseña lo limitado y condicionado que es el amor que viene del corazón humano? Son tantos que me han demostrado su amor y cariño, tantos los que me han dirigido palabras consoladoras y estimulantes, tantos los que han sido tan amables y me han manifestado su perdón…, pero nadie ha llegado al hondón, a ese lugar profundo y recóndito donde residen mis temores y esperanzas. Sólo Tú conoces aquél sitio, Señor. Tu corazón está tan deseoso de amarme, tan inflamado de fervor, que me reaviva. Quieres darme un techo, un sentido de pertenencia, un lugar para vivir, un cobijo donde resguardarme y un refugio donde me sienta seguro. Confío en Tí, Señor. Sigue ayudándome en los momentos de duda y desengaño.

Si haces clic en el reproductor de audio, puedes escuchar una bonita canción de la comunidad de Taizé dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, titulada «In Te confido»:

[audio: http://dl-web.dropbox.com/get/Taizé%20Song%20-%20In%20Te%20Confido%281%29.mp3%5D

El domingo 26 de junio se celebra una de las fiestas más hermosas del calendario cristiano, el Corpus Christi. En Becerril de Campos existe una cofradía, llamada de la «Minerva», dedicada a la celebración de esta solemnidad eucarística. Dicha cofradía celebró el pasado sábado 25 de junio las vísperas solemnes en la iglesia de santa Eugenia y estará presente en la misa dominical y en la procesión eucarística que a continuación recorrerá las calles de nuestro pueblo, acompañada por los óvalos de cada una de las restantes cofradías, los niños y niñas que han celebrado en los dos últimos años la Primera Comunión y el pueblo fiel.

¿Cómo surgió la fiesta del Corpus Christi?

Durante los primeros siglos del cristianismo, después de la misa, la eucaristía se guardaba de una manera privada, para que sirviera de viático a los enfermos. En torno al año 1000 hubo varios herejes que decían que Jesús no estaba realmente presente en la Eucaristía, sino sólo simbólicamente. Desde entonces la Iglesia fomentó la adoración privada y solemne, haciendo sagrarios hermosos y custodias para la adoración, hasta que por fin se instituyó esta fiesta del Corpus, precisamente para fomentar la adoración eucarística.

La ocasión fue un famoso milagro. Corría el año 1264 cuando un sacerdote, Pedro de Praga, que dudaba de la presencia eucarística de Jesús, fue a Roma, a la tumba del apóstol san Pedro, a pedir el robustecimiento de su fe. Cuando volvía por Bolsena, al celebrar la misa, la Sagrada Forma comenzó a destilar sangre hasta quedar completamente mojado el corporal. El papa Urbano VI, que estaba en Orvieto, ciudad cercana, cuando comprobó el milagro, instituyó la fiesta del Corpus y encargó los himnos de la fiesta a Sto. Tomás de Aquino. Los hizo hermosos como el “Tantum ergo” y el «Adoro te devote». Aquellos corporales se conservan aún como reliquia en la catedral de Orvieto. Y desde entonces es una práctica habitual entre los cristianos no sólo la celebración diaria y dominical de la eucaristía, sino también la adoración eucarística en la oración personal, delante del sagrario o de la custodia en la Exposición del Santísimo.

A continuación, pueden escuchar algunos de los más hermosos himnos eucarísticos compuestos por santo Tomás de Aquino para esta fiesta, el Tantum ergo (AQUÍ la traducción al castellano) y el Adoro te devote (AQUÍ la traducción al castellano):

Tantum ergo

https://dl-web.dropbox.com/get/Tantum%20ergo%20Sacramentum.mp3?w=2071167b

Adoro te devote

https://dl-web.dropbox.com/get/Adoro%20Te%20Devote1.mp3?w=d6161b27

La tradición española ha creado otros hermosos himnos eucarísticos, como el famoso «Cantemos al amor de los amores«, compuesto por el religioso agustino Restituto del Valle Ruiz, natural de Carrión de los Condes, para el Congreso Eucarístico Internacional de Madrid, en 1912. Precisamente este año se cumple el centenario del himno.

Cantemos al amor de los amores

https://dl-web.dropbox.com/get/CANTEMOS%20AL%20AMOR%20DE%20LOS%20AMORES.mp3?w=3abd05b4

Si haces clic AQUÍ, puedes leer o descargar la homilía del día del Corpus Christi pronunciada en la iglesia de santa Eugenia de Becerril de Campos en la fiesta del Corpus Christi de 2011.

Hace unos días cayó en mis manos a través del blog «De Lapsis», de Juanjo Romero, una interesante cita de la escritora Flannery O’Connor, una de las mayores novelistas norteamericanas del siglo XX, que vivió en el profundo Sur y se convirtió al catolicismo, reflejando su obra la belleza y la fascinación de la fe redescubierta.

Flannery O’Connor era una apasionada de Santo Tomás de Aquino: leía unos minutos la Summa Teologica todas las noches y, eso le ayudaba a conocerse más a sí misma, a los demás y a Dios. Sus cartas reflejan una extraordinaria capacidad para observar y comprender la naturaleza humana y la huella de Dios presente en el corazón de cada hombre.

El siguiente fragmento es parte de una carta enviada por O’Connor a su amiga Betty Hester. En esta carta se cuenta una anécdota sucedida al propio santo Tomás, al inicio de su vida religiosa:

Puedo garantizar que santo Tomás amaba a Dios porque, por más que lo intento, no puedo dejar de amar a santo Tomás. Sus hermanos no querían que malgastara su vida siendo dominico, por lo que lo encerraron en una torre y metieron una prostituta en su dormitorio; él la sacó con un atizador al rojo vivo. Hoy en día estaría de moda sentir simpatía hacia la mujer, pero yo tengo simpatía por Santo Tomás. Cartas, p.92

A Betty Hester le parecía que la actitud de santo Tomás de expulsar a la prostituta con un atizador de su habitación, y la comprensión de Flannery por el uso de la fuerza por parte del santo encerraban una «actitud fascista». Y Flannery responde:

Busque otra palabra que no sea fascista para describirme tanto a mí como a Santo Tomás. Tampoco serviría totalitario. Santo Tomás y san Juan de la Cruz, aun siendo tan diferentes, estaban completamente unidos por la misma fe. Cuanto más leo a santo Tomás más flexible me parece. San Juan de la Cruz hubiera sido capaz de sentarse con la prostituta y decir: «Hija, pensemos en esto», pero sin duda santo Tomás se conocía a sí mismo y sabía que debía librarse de ella con un atizador o ella le vencería. No sólo estoy de parte de santo Tomás, sino también de acuerdo en que usase el atizador. A esto lo llamo ser un realista tolerante, no un fascista. Cartas (p. 95)

Un santo como san Juan de la Cruz, de espíritu ascético y gran dominio de sí, era capaz de sentarse a dialogar con la prostituta, poniendo freno a sus instintos. Sin embargo, santo Tomás se conocía, y sabía que ante ciertos reclamos no es posible el diálogo, es mejor cortar por lo sano. De lo contrario, el hombre cede con mucha facilidad a las tentaciones que tratan de apartarle de su camino y vocación.

Pues eso: santo Tomás no era un fascista, sino un sabio realista con un gran conocimiento de la naturaleza y el espíritu humano.